Cuba. La propiedad social y las competencias que tenemos que afrontar (II)
Auto competencia consciente y sostenida.
Una cuarta dimensión de la competencia en favor del socialismo es entre y hacia nosotros mismos, para cambiar la vieja mentalidad económica creada y afianzada durante alrededor de 50 años. Son esos elementos de burocratismo que en mayor o menor medidas se han instalado en nuestras mentes y trascienden a nuestras actividades sociales. Es también esa cultura de aceptarlo todo incluso una mercancía defectuosa o un mal servicio y hasta el maltrato, de esperar a que nos manden o nos digan los superiores que tenemos que hacer cuando podemos hacer todo lo que no está prohibido o penalizado. Es la cultura de la inercia, del sedentarismo mental y ejecutivo, de la indolencia, el egoísmo e individualismo, de mandar e imponernos por nuestros cargos y no de convencer, de hablar y no escuchar.
Deng Xiaoping, artífice teórico y político de la reforma económica china y sentenció que “hay que extraer la verdad de los hechos…la gran tarea primaria es emancipar las mentes”. (1) (ver notas al final)
"Para alcanzar el éxito, lo primero que estamos obligados a modificar en la vida del Partido, es la mentalidad que como barrera sicológica, según mi opinión, es lo que más trabajo nos llevará superar"
“Para alcanzar el éxito, lo primero que estamos obligados a modificar en la vida del Partido, es la mentalidad que como barrera sicológica, según mi opinión, es lo que más trabajo nos llevará superar, al estar atada durante largos años a los mismos dogmas y criterios obsoletos”. (2)
Una variante de esta competencia para perfeccionar la obra revolucionaria es la batalla que desde nosotros mismos tenemos que librar por afianzar los valores genuinos de la construcción del socialismo muchos de ellos debilitados por las dificultades materiales y una pobre respuesta moral y ejemplar de muchos cuadros y trabajadores, aunque no sea en ninguno de los casos, la mayoría.
Principios como la dignidad, honestidad, modestia, laboriosidad, solidaridad, desinterés, patriotismo y antiimperialismo, entre otros deben presidir, desde la subjetividad, la actualización del modelo económico y social cubano.
Subrayo que es una competencia en primer lugar contra nosotros mismos la que nos proporciona la fuerza moral suficiente para competir solidariamente con nuestros compañeros, jefes y subordinados.
Competir para alcanzar la soberanía económica, baluarte de la soberanía política.
La quinta es por la soberanía económica baluarte de la soberanía política. Es una competencia diseñada por el Partido y el Estado en los máximos niveles de estos y que se resume en los documentos que aprobará el VII Congreso del Partido pero que nos involucra a todos los cuadros, profesionales y demás trabajadores. Se resume en la visión de la nación que debe ser soberana, independiente, próspera y sostenible.
Esto requiere de todos los revolucionario trabajar con un alto sentido de la responsabilidad histórica conscientes de que la soberanía económica baluarte de la política se alcanza mediante el trabajo global que se despliega en la agricultura y la producción de alimentos, en la industria, en la construcción, en los servicios productivos y sociales. Nadie queda exceptuado de esta responsabilidad histórica. Todo lo que se pueda exportar tiene máxima prioridad, todo lo que sustituya importaciones también. Toda la producción y todos los servicios que beneficien a la población que contribuyan a su bienestar material y espiritual son no solo importantes sino imprescindibles.
"Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada"
La soberanía tiene que ser también ideológica, basada en los principios del socialismo que es igual a decir del patriotismo e internacionalismo. Tenemos que emanciparnos con nuestras propias fuerzas como reza en la definición de Fidel de Revolución. Nadie nos va a resolver nuestros problemas, mucho menos el imperialismo que en gran medida no los ha creado. Eso lo entendemos muchos pero debemos entenderlo todos en particular las jóvenes generaciones de cubanos.
Hace 55 años el Comandante en Jefe sentenció:
“El pueblo tendrá todo lo que quiera, puesto que el pueblo es hoy dueño de las mejores tierras y es dueño, en lo fundamental, de la industria, y tendrá todo lo que quiera producir con su trabajo, todo lo que quiera producir con su esfuerzo.” (3)
Cincuenta y cinco años después mantiene la misma posición vertical.
“Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada”. (4)
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Estas son algunas expresiones de la competencia dentro de la construcción del socialismo y entre el socialismo y el capitalismo. Si dentro de la primera dimensión no triunfa la propiedad social o por el contrario vence la propiedad privada las posibilidades de vencer en la segunda, la más importante, son nulas. Vencer, en este caso, no es eliminar al contrario dialéctico, es demostrar realmente la superioridad estratégica, pero ha de hacerse sobre la base de resultados productivos, económicos, financieros, ecológicos, sociales y otros, reales e integrando formas de propiedad y producción, no excluyendo.
Carlos M. García Valdés, 16 de mayo de 2017.
Notas:
1. Citado por Julio A. Díaz Vázquez y Eduardo Reglado en “El despertar del Dragón”, Editorial de Ciencias sociales, La Habana 2007,p 47.
2. Raúl Castro. Discurso de Clausura del VI Congreso del PCC, el 19 de abril de 2011, Periódico Granma. 20 de abril 2011
3. Fidel Castro. Discurso el 26 de julio de 1961, en “Fidel Castro Ruz, Victoria de las ideas” Editora Política, La Habana 2013.pp 70-71.
4. Fidel Castro. “El hermano Obama”, Periódico Granma, 28 de marzo de 2016.
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