Conceptos a Debate (Primera Parte)
Conceptos a debate: teoría económica. (De un libro premiado, no publicado y que se resiste al olvido.)I
Carlos M. García Valdés.
A los lectores.
Percibo en algunos trabajos contemporáneos, que abordan cuestiones de economía en general y de economía política en particular, cierto desdén por la teoría o al menos por la teoría que refleja el compromiso con la revolución y el socialismo. En interés de restarle fuerza a aspectos teóricos acuden a definiciones simplistas de la teoría como esta.
“La teoría consiste en las ideas relativas a lo que se desea ver hecho” (Pedro Monreal, Cuba. “Las tensiones entre la teoría, las políticas y la práctica de la reforma”, elestadocomotalonMarch 30, 2018
Si alguien tomara en serio esta “genial” premonición se convertiría ipso facto en un gran teórico al convertir sus deseos en teoría. Si va en un ómnibus, por ejemplo, una buena teoría sería que el chofer cambiara la música por una “inteligente” o menos agresiva y que disminuyera ostensiblemente los contaminantes e irritantes decibeles.
Se subvalora la capacidad de la teoría para explicar problemas económicos estructurales. Vean esta “reflexión”:
“¿Necesita el Estado cubano controlar el 80% de los medios de producción fundamentales para alcanzar un desarrollo nacional que fuese compatible con el socialismo? ¿Acaso bastaría con el 60%? o, ¿Sería suficiente el 40%? La pregunta está formulada en términos de necesidad, es decir, en relación con la realidad, y no en términos de “lo que debería ser” (plano normativo).
“La teoría es importante, pero no es posible encontrar esas respuestas en textos teóricos” (Pedro Monreal ¿Es realmente la propiedad el “tema de los temas” del debate económico en Cuba? elestadocomotalonFebruary 22, 2018) El subrayado es nuestro.
La respuesta a tal afirmación sería muy sencilla, al menos de inicio: ¿Por qué no?
Estas y otras vulgarizaciones de la teoría y su relación con la práctica me motivaron a revisar un texto que escribí hace varios años(2006) titulado “Economía, política y ciencia”.
Les diré a los lectores algo que los van a sorprender. Fue premiado por la Editora Política en 2007 por un prestigioso jurado, y el premio consistía en su publicación. Me pagaron el derecho de autor pero lo más importante, el libro, espera por las “calendas griegas”. Quizás este mismo hecho sea una demostración del “interés” de algunos funcionarios por la teoría.
Pero esto no es una carta de protesta, solo un pretexto para introducir el tema de la teoría y la práctica tan vulgarizado por algunos autores, que un día fueron verdaderos académicos.
Sin más les presento partes de este texto sin ninguna modificación.
De “Economía, política y Ciencia”. Premio Julio, 2007. Inédito.
La economía como ciencia. Teoría económica y economía política.
La economía suele interpretarse o presentarse en los textos o en el discurso tanto como realidad económica, objetiva, como estudio, investigación, teorización de esa realidad o de un aspecto de ella. En esta acepción se coloca en primer plano la economía como ciencia o la ciencia de la economía con sus modalidades en dependencia de la medida o alcance del objeto de estudio. En este sentido hablamos de la economía política, economía aplicada, economía de la industria, economía del transporte, etc.
En sentido amplio la Ciencia económica estudia o tiene como objeto de estudio el “proceso histórico a través de cual el hombre desarrolla las condiciones materiales de su existencia y, en especial las relaciones sociales que se establecen en relación al mismo durante la producción, el intercambio, la distribución y el consumo...” . (1)
La economía como ciencia o la ciencia económica tiene un conjunto de particularidades como reflejo de su objeto de estudio. Como se vio anteriormente se trata de una esfera de la sociedad donde se resuelven las necesidades e intereses materiales y económicos de los hombres y sus conglomerados sociales y tiene un efecto determinante sobre las demás relaciones sociales. Esto le da de hecho un carácter socio clasista que no está presente en las ciencias naturales ni en una escala global en otras ciencias sociales.
Por otra parte al ampliarse el contenido de la economía o realidad económica con el desarrollo de la producción, las finanzas, la ciencia y tecnología, el derecho económico, y otros fenómenos, se hace más complejo el objeto de estudio, es decir se complejiza la ciencia como tal .Esta Ciencia no es solamente clasista por la naturaleza de su objeto sino que reclama de otras ciencias(jurídica, sociología, filosofía, ética, ) para poder orientarse en una realidad cada vez más compleja, multifacética e integral.
Como quiera que las necesidades cambian con las épocas y dentro de una misma época y en distintas regiones, las interpretaciones y propuestas se envejecen rápidamente lo que es la base para el desfase de la ciencia o de la teoría con respecto a la realidad. Como se ha dicho acertadamente por dirigentes y académicos, los acontecimientos han ido más rápido que las respuestas que podemos darle, hay un retardo científico que puede ser fatal.
Fidel Castro expone su punto de vista al respecto: “La economía no es una ciencia natural, no es ni puede ser exacta; es una ciencia social. Conceptos e ideas, tendencias y leyes surgidas en una época dentro de un sistema económico y social determinado, tienden a perdurar en el tiempo, aun cuando tales sistemas estén agotados o hayan desaparecido, lo cual no pocas veces perturba la interpretación más correcta de los acontecimientos. La enorme diversidad de opiniones y teorías que se escuchan en los encuentros o reuniones de las ciencias sociales son una prueba de ello”. (2)
La pluralidad de ideas está determinada ante todo por la pluralidad de intereses, pero hay que tomar en cuenta también la heterogeneidad de los hombres e instituciones que se dedican a las ciencias, donde lo singular es mucho más importante que en cualquier otra esfera de la vida y de otras ciencias para las que colegiar ideas y llegar a conclusiones colectivas es un imperativo de la propia actividad.
Sin embargo los hombres aislados por eruditos que sean no hacen ciencia económica, o en otras palabras no la hacen sólo a partir de sus ideas sino tomando en cuenta el acervo científico existente o al menos lo esencial y más significativo de esa producción. Marx y Engels aprovecharon lo mejor del pensamiento económico y filosófico anterior, desde los fisiócratas y los clásicos de la economía política burguesa hasta los socialistas utópicos, los materialistas no dialécticos y los grandes idealistas. También aprovecharon y se apropiaron de otros conocimientos científicos como las matemáticas, la historia y dominaban varios idiomas.
Lenin pudo desarrollar la economía política en condiciones del imperialismo por el dominio de la obra económica de los fundadores del marxismo y el análisis crítico de un voluminoso fardo de literatura económica contemporánea burguesa.
Además la Ciencia Económica no sólo interpreta la realidad sino que trata de modificarla. Sus propuestas inciden sobre los intereses, derechos y modos de vidas de las personas. Para Alfredo González es prácticamente imposible separar “los elementos supuestamente objetivos de la economía, de aquellos que implican un juicio de valor. Estoy de acuerdo que a los fines de la teoría y del análisis es importante distinguir entre ambos tipos de proposiciones; sin embargo me inclino a la opinión de que en cuestiones concretas ambos aspectos se encuentran inextricablemente unidos.”(3)
También la economía como Ciencia se caracteriza por su instrumental para el estudio, conclusiones y propuestas. El instrumento básico de la ciencia económica es la teoría o teoría económica visto de forma general o concreta.
La teoría económica es una abstracción de la realidad económica que refleja de manera sistémica y sintética mediante categorías y otras construcciones pensadas, sobre la cual se elaboran conjeturas y como regla se hacen propuestas para modificar determinado modelo económico.(4)
Otros la definen como “una simplificación deliberada de las relaciones reales, que pretende explicar cómo funcionan dichas relaciones.
“La teoría económica proporciona una estructura lógica para analizar datos económicos, permitiendo jerarquizar las observaciones de los hechos económicos con el objetivo de explicar de qué manera se encuentran relacionados.” (5)
(Continuará)
De nuevo con mis lectores.
Noten la actualidad de estas ideas, que en buena medida se debe a que nos hemos favorecido con juicios de prestigiosos teóricos, políticos y economistas contemporáneos. Observen también la significativa diferencia entre las definiciones sobre teoría con las que ofrece el doctor Monreal.
Seguiremos con este tema, en el empeño de que un texto que aborda conceptos medulares para la teoría y la praxis revolucionarias no sea devorado por los “ratones” del olvido.
Referencias
(1) Alfredo González, prólogo a Instrumentos para el análisis económico de Oscar Echevarría, INIE 2001
(2) Fidel Castro , Discurso de clausura del V Encuentro de Globalización y problemas del desarrollo, 14 de febrero del 2003.Ver Economía y Sociedad en el pensamiento de Fidel Castro, Editorial Páginas de la Escuela Superior del PCC “Ñico López” pp 16-31.
(3) Alfredo González, obra citada, p 17.
(4) La noción de modelo se emplea aquí no como construcción abstracta para explicar el funcionamiento de una economía sino como un modo específico de comportamiento de una economía determinado por formas de propiedad, de organización, dirección, y gestión de la economía en un momento dado de la evolución de un país.
(5) Oscar Echevarría, obra citada, p 38.
Carlos M. García Valdés.
A los lectores.
Percibo en algunos trabajos contemporáneos, que abordan cuestiones de economía en general y de economía política en particular, cierto desdén por la teoría o al menos por la teoría que refleja el compromiso con la revolución y el socialismo. En interés de restarle fuerza a aspectos teóricos acuden a definiciones simplistas de la teoría como esta.
“La teoría consiste en las ideas relativas a lo que se desea ver hecho” (Pedro Monreal, Cuba. “Las tensiones entre la teoría, las políticas y la práctica de la reforma”, elestadocomotalonMarch 30, 2018
Si alguien tomara en serio esta “genial” premonición se convertiría ipso facto en un gran teórico al convertir sus deseos en teoría. Si va en un ómnibus, por ejemplo, una buena teoría sería que el chofer cambiara la música por una “inteligente” o menos agresiva y que disminuyera ostensiblemente los contaminantes e irritantes decibeles.
Se subvalora la capacidad de la teoría para explicar problemas económicos estructurales. Vean esta “reflexión”:
“¿Necesita el Estado cubano controlar el 80% de los medios de producción fundamentales para alcanzar un desarrollo nacional que fuese compatible con el socialismo? ¿Acaso bastaría con el 60%? o, ¿Sería suficiente el 40%? La pregunta está formulada en términos de necesidad, es decir, en relación con la realidad, y no en términos de “lo que debería ser” (plano normativo).
“La teoría es importante, pero no es posible encontrar esas respuestas en textos teóricos” (Pedro Monreal ¿Es realmente la propiedad el “tema de los temas” del debate económico en Cuba? elestadocomotalonFebruary 22, 2018) El subrayado es nuestro.
La respuesta a tal afirmación sería muy sencilla, al menos de inicio: ¿Por qué no?
Estas y otras vulgarizaciones de la teoría y su relación con la práctica me motivaron a revisar un texto que escribí hace varios años(2006) titulado “Economía, política y ciencia”.
Les diré a los lectores algo que los van a sorprender. Fue premiado por la Editora Política en 2007 por un prestigioso jurado, y el premio consistía en su publicación. Me pagaron el derecho de autor pero lo más importante, el libro, espera por las “calendas griegas”. Quizás este mismo hecho sea una demostración del “interés” de algunos funcionarios por la teoría.
Pero esto no es una carta de protesta, solo un pretexto para introducir el tema de la teoría y la práctica tan vulgarizado por algunos autores, que un día fueron verdaderos académicos.
Sin más les presento partes de este texto sin ninguna modificación.
De “Economía, política y Ciencia”. Premio Julio, 2007. Inédito.
La economía como ciencia. Teoría económica y economía política.
La economía suele interpretarse o presentarse en los textos o en el discurso tanto como realidad económica, objetiva, como estudio, investigación, teorización de esa realidad o de un aspecto de ella. En esta acepción se coloca en primer plano la economía como ciencia o la ciencia de la economía con sus modalidades en dependencia de la medida o alcance del objeto de estudio. En este sentido hablamos de la economía política, economía aplicada, economía de la industria, economía del transporte, etc.
En sentido amplio la Ciencia económica estudia o tiene como objeto de estudio el “proceso histórico a través de cual el hombre desarrolla las condiciones materiales de su existencia y, en especial las relaciones sociales que se establecen en relación al mismo durante la producción, el intercambio, la distribución y el consumo...” . (1)
La economía como ciencia o la ciencia económica tiene un conjunto de particularidades como reflejo de su objeto de estudio. Como se vio anteriormente se trata de una esfera de la sociedad donde se resuelven las necesidades e intereses materiales y económicos de los hombres y sus conglomerados sociales y tiene un efecto determinante sobre las demás relaciones sociales. Esto le da de hecho un carácter socio clasista que no está presente en las ciencias naturales ni en una escala global en otras ciencias sociales.
Por otra parte al ampliarse el contenido de la economía o realidad económica con el desarrollo de la producción, las finanzas, la ciencia y tecnología, el derecho económico, y otros fenómenos, se hace más complejo el objeto de estudio, es decir se complejiza la ciencia como tal .Esta Ciencia no es solamente clasista por la naturaleza de su objeto sino que reclama de otras ciencias(jurídica, sociología, filosofía, ética, ) para poder orientarse en una realidad cada vez más compleja, multifacética e integral.
Como quiera que las necesidades cambian con las épocas y dentro de una misma época y en distintas regiones, las interpretaciones y propuestas se envejecen rápidamente lo que es la base para el desfase de la ciencia o de la teoría con respecto a la realidad. Como se ha dicho acertadamente por dirigentes y académicos, los acontecimientos han ido más rápido que las respuestas que podemos darle, hay un retardo científico que puede ser fatal.
Fidel Castro expone su punto de vista al respecto: “La economía no es una ciencia natural, no es ni puede ser exacta; es una ciencia social. Conceptos e ideas, tendencias y leyes surgidas en una época dentro de un sistema económico y social determinado, tienden a perdurar en el tiempo, aun cuando tales sistemas estén agotados o hayan desaparecido, lo cual no pocas veces perturba la interpretación más correcta de los acontecimientos. La enorme diversidad de opiniones y teorías que se escuchan en los encuentros o reuniones de las ciencias sociales son una prueba de ello”. (2)
La pluralidad de ideas está determinada ante todo por la pluralidad de intereses, pero hay que tomar en cuenta también la heterogeneidad de los hombres e instituciones que se dedican a las ciencias, donde lo singular es mucho más importante que en cualquier otra esfera de la vida y de otras ciencias para las que colegiar ideas y llegar a conclusiones colectivas es un imperativo de la propia actividad.
Sin embargo los hombres aislados por eruditos que sean no hacen ciencia económica, o en otras palabras no la hacen sólo a partir de sus ideas sino tomando en cuenta el acervo científico existente o al menos lo esencial y más significativo de esa producción. Marx y Engels aprovecharon lo mejor del pensamiento económico y filosófico anterior, desde los fisiócratas y los clásicos de la economía política burguesa hasta los socialistas utópicos, los materialistas no dialécticos y los grandes idealistas. También aprovecharon y se apropiaron de otros conocimientos científicos como las matemáticas, la historia y dominaban varios idiomas.
Lenin pudo desarrollar la economía política en condiciones del imperialismo por el dominio de la obra económica de los fundadores del marxismo y el análisis crítico de un voluminoso fardo de literatura económica contemporánea burguesa.
Además la Ciencia Económica no sólo interpreta la realidad sino que trata de modificarla. Sus propuestas inciden sobre los intereses, derechos y modos de vidas de las personas. Para Alfredo González es prácticamente imposible separar “los elementos supuestamente objetivos de la economía, de aquellos que implican un juicio de valor. Estoy de acuerdo que a los fines de la teoría y del análisis es importante distinguir entre ambos tipos de proposiciones; sin embargo me inclino a la opinión de que en cuestiones concretas ambos aspectos se encuentran inextricablemente unidos.”(3)
También la economía como Ciencia se caracteriza por su instrumental para el estudio, conclusiones y propuestas. El instrumento básico de la ciencia económica es la teoría o teoría económica visto de forma general o concreta.
La teoría económica es una abstracción de la realidad económica que refleja de manera sistémica y sintética mediante categorías y otras construcciones pensadas, sobre la cual se elaboran conjeturas y como regla se hacen propuestas para modificar determinado modelo económico.(4)
Otros la definen como “una simplificación deliberada de las relaciones reales, que pretende explicar cómo funcionan dichas relaciones.
“La teoría económica proporciona una estructura lógica para analizar datos económicos, permitiendo jerarquizar las observaciones de los hechos económicos con el objetivo de explicar de qué manera se encuentran relacionados.” (5)
(Continuará)
De nuevo con mis lectores.
Noten la actualidad de estas ideas, que en buena medida se debe a que nos hemos favorecido con juicios de prestigiosos teóricos, políticos y economistas contemporáneos. Observen también la significativa diferencia entre las definiciones sobre teoría con las que ofrece el doctor Monreal.
Seguiremos con este tema, en el empeño de que un texto que aborda conceptos medulares para la teoría y la praxis revolucionarias no sea devorado por los “ratones” del olvido.
Referencias
(1) Alfredo González, prólogo a Instrumentos para el análisis económico de Oscar Echevarría, INIE 2001
(2) Fidel Castro , Discurso de clausura del V Encuentro de Globalización y problemas del desarrollo, 14 de febrero del 2003.Ver Economía y Sociedad en el pensamiento de Fidel Castro, Editorial Páginas de la Escuela Superior del PCC “Ñico López” pp 16-31.
(3) Alfredo González, obra citada, p 17.
(4) La noción de modelo se emplea aquí no como construcción abstracta para explicar el funcionamiento de una economía sino como un modo específico de comportamiento de una economía determinado por formas de propiedad, de organización, dirección, y gestión de la economía en un momento dado de la evolución de un país.
(5) Oscar Echevarría, obra citada, p 38.
El texto en dos partes. Parte 1
ResponderEliminarDedicado al Señor Pedro Monreal.
Al leer hoy el artículo del Señor Monreal “¿Debate o circo sobre la economía cubana?” (5 de julio 2018, Blog “El Estado como tal”) no puedo dejar de escribir unas líneas sobre este horripilante y chulo predicador neoliberal cubano. Al leer lo que escribe sobre los últimos artículos escritos por los profesores cubanos Carlos M. García Valdés y Gerardo Gómez Moreno, me trae a la vista la altanería con que los miembros del Partido Popular (la burguesía más rancia española) tratan a sus rivales políticos, teóricos e ideológicos, ¡bueno no hay nada de que asombrarse, son de la misma clase social que Monreal!, sólo que el antillano se expresa, además, con la fiereza del converso. ¿Qué dice de los profesores de la Escuela del Partido Comunista de Cuba? ¡sic! del Partido Comunista de Cuba, tómese nota de ello: “la falta de sustancia”, “exceso de palabrería” (¡que diga eso Monreal, es lo único que faltaba!), “Quizás el doctor aprovecharía mejor su tiempo buscando quien le publique el libro” (ya sabemos que Monreal no tiene dificultad alguna en publicar lo que desee, los dueños del sistema-mundo capitalista le facilitan para ello lo que necesite), “la misma letanía”, “falseamiento manufacturado”, “tergiversador”, “inventador”, “textos de adoctrinamiento” (los del compañero Calos M. García, ¡los de Monreal no adoctrinan!), y para colmo: “Espero con ansiedad los próximos improperios” (¡ahora resulta que el que dice improperios es el profesor Carlos M. García Valdés!. El lector puede valorar si los epítetos anteriores del Señor Monreal no son groserías y blasfemias, ¡por favor!, si lo anterior no es insultos e injurias, y de las buenas, apaguemos la luz y marchémonos).
Del profesor Gerardo Gómez Moreno ha tratado de hacer énfasis en que no es doctor, sino ¡tan sólo Máster en Ciencias! (creo que eso significa Mcs, en 5 ocasiones en sólo 5 párrafos, pero que es Máster en Ciencias se sabe, lo sabemos, no hay porque repetirlo, a no ser que se haga por…), ¡supremacista el Señor Monreal!, ¿pero qué dice del profesor Moreno?: que es un “simpático”, “futurólogo” (¡bueno más futurólogo que el Señor de marras Pedro Monreal no se si lo haya sobre la economía cubana, y lo que sucedería si no se hace lo que el predice y anticipa, que es poco menos que el Apocalipsis o el Armagedón!), “qué otra cosa puede hacerse cuando te invitan a un circo” (eso es PAYASO, con el perdón para los que realizan esa función, tan digna como cualquier otra profsión, en un espectáculo circense, ¡bueno ya dije que Monreal, como toda la burguesía, es un supremacista).
Parte 2.
ResponderEliminarDedicado al Señor Pedro Monreal
¿Lo que ha dicho Monreal en el anterior escrito es un hecho aislado?. Para nada, es la práctica habitual de este petulante, engreído e insolente elemento tan bien formado por la oligarquía financiera mundial para dar la batalla a los intelectuales revolucionarios cubanos. En el anterior artículo dirigido al profesor Carlos M. García Valdés “El sector privado y la producción agropecuaria en Cuba: ¿de ‘puristas’ a ‘negacionistas’?” (19 de junio 2018, Blog “El Estado como tal”) dice cosas como estas (cito solo lo dicho en los primeros 6 párrafos, es sólo un “botón” de muestra): “el criticado habría abordado problemas ‘que no son los del’. Supongo que el Dr. García Valdés quiso decir ‘que no son los de él’, pero parece que se enredó con el teclado”, “un desliz como ese usualmente indica la carencia de un entrenamiento adecuado como investigador” (resulta que, para Monreal, el profesor de la Universidad de los comunistas cubanos no solo tiene problemas de redacción y escritura, sino académicos, ¡vaya le regalaron el doctorado, ¡¡como no ha podido cursar estudios en Universidades de la élite burguesa mundial, como sí lo ha hecho Monreal, pasan esas cosas!!), pero sigue… “lagunas de formación profesional del doctor”, “empleo de un método que distorsiona hechos que han sido registrados y medidos”. Termino, no continuo, es suficiente; la tienen cruda los comunistas cubanos, sólo me pregunto una cosa: ¿no hay en Cuba nadie más capaz de enfrentar a este patán y obsceno personaje, que el único argumento que tiene es que la propiedad privada es la que salvará a Cuba, además de los compañeros profesores Carlos M. García Valdés y Gerardo Gómez Moreno? ¿Por qué no dice el Señor Pedro Monreal en sus textos que, por ejemplo, los rentadores de habitaciones al turismo en Cuba debieran de pagar en divisa (la misma que cobran a sus clientes) el agua y la electricidad que consumen y que de forma subvencionada le provee el Estado Socialista cubano? ¿Qué moral tiene el Señor Monreal para criticar los subsidios del presupuesto a las empresas estatales cubanas? ¿Hasta cuándo va a llegar la contemplación y la diplomacia con estos quintacolumnistas? Desde España le enviamos un aviso y una advertencia al Señor Monreal y sus patrocinadores, escuchadlo bien: ¡¡¡no los vamos a dejar pasar!!!, los anticapitalistas nos asisten los argumentos, y con ellos y el pueblo somos invencibles. Ya nos tienen de frente, si era lo querían, pues decidles que la lucha ha comenzado.